Saber hablar, saber callar

Saber hablar y saber callar, no sabemos que será más fácil o más difícil, más conveniente o más meritorio. Callar de sí mismo es humildad; no hablar de sí, cuando siente uno el deseo de exponer los propios méritos o las propias ideas o iniciativas, es signo de verdadera humildad. Callar los defectos ajenos es…